Llegó un día en que la "osadía" de un hombre cambió el mundo. Como ciudadano estadounidense, estaba en su derecho de saltarse las reglas, de romper con la historia, de cambiar nuestro destino. Su presencia en el partido demócrata resultó ser un insulto para los sectores más raciales que existen aún, y existirán, por el resto de nuestros días. La primera impresión fue de clara derrota, de mera candidatura lanzada al vacío, de simple empuje político hacia nuevas ideas y conceptos demasiados "embrionizados" para ser concebidos. Para sorpresa de muchos, pasó la primera prueba de fuego al derrotar a su rival, quien casualmente forma hoy parte de su gobierno. Ese día la humanidad despertó de su letargo y comenzó a acariciar una posibilidad que se antojaba imposible en cualquier otro momento de la historia. Por fin, tras la lucha cara a cara con el candidato republicano, una mera copia actualizada de George W. Bush, el mundo conocía al futuro presidente de los Estados Unidos, el nuevo Padre y Señor del resto de los paises que gobiernan en este planeta, la nueva bestia del capitalismo más actual.
Barack Hussein Obama, el candidato demócrata que destruyó todas las encuestas, es desde hoy el presidente número 44 de la historia de los Estados Unidos. ¿Qué nos espera a partir de ahora? ¿es Obama realmente un político de izquierdas? si es así ¿de la más moderada? son muchas las cuestiones que nos planteamos, probablemente la primera de ellas es si será capaz de acabar con los conflictos internacionales más sangrientos y devastadores (ni falta hace que mencione la condenada y duradera guerra entre Israel y Palestina) y como no, cuanto tiempo tardará en reactivar la economía mundial, pues hasta que Estados Unidos no estornude, Europa no sentirá su aliento, y en nuestro caso, España tardará más que el resto de los Europeos en recibirlo, ya ven, algunos hacemos honor a aquella frase que dice: los tiempos cambian, lo esencial permanece. Es evidente que es un tema que nos urge, lo notamos en nuestro día a día, hemos llegado a un nivel de vida del que nos cuesta bajarnos de él, sin pensar en la ironía de que la famosa crisis apenas ha afectado a los paises del tercer mundo. Triste y rutinaria noticia.
Muchos no habrán parado a pensar en el día de hoy, pero una nueva etapa se inicia, para bien o para mal, al igual que otros tantos como pueden ser nuestros abuelos, jamás pensaron que vivirian para ver al primer presidente negro de la historia de los Estados Unidos de América. Es el momento del cambio.
Barack Hussein Obama, el candidato demócrata que destruyó todas las encuestas, es desde hoy el presidente número 44 de la historia de los Estados Unidos. ¿Qué nos espera a partir de ahora? ¿es Obama realmente un político de izquierdas? si es así ¿de la más moderada? son muchas las cuestiones que nos planteamos, probablemente la primera de ellas es si será capaz de acabar con los conflictos internacionales más sangrientos y devastadores (ni falta hace que mencione la condenada y duradera guerra entre Israel y Palestina) y como no, cuanto tiempo tardará en reactivar la economía mundial, pues hasta que Estados Unidos no estornude, Europa no sentirá su aliento, y en nuestro caso, España tardará más que el resto de los Europeos en recibirlo, ya ven, algunos hacemos honor a aquella frase que dice: los tiempos cambian, lo esencial permanece. Es evidente que es un tema que nos urge, lo notamos en nuestro día a día, hemos llegado a un nivel de vida del que nos cuesta bajarnos de él, sin pensar en la ironía de que la famosa crisis apenas ha afectado a los paises del tercer mundo. Triste y rutinaria noticia.
Muchos no habrán parado a pensar en el día de hoy, pero una nueva etapa se inicia, para bien o para mal, al igual que otros tantos como pueden ser nuestros abuelos, jamás pensaron que vivirian para ver al primer presidente negro de la historia de los Estados Unidos de América. Es el momento del cambio.