domingo, 6 de septiembre de 2009

De desvelarse...


Parece ser que otra noche más me desvelo en mitad de la madrugada, doy vueltas en la cama, entre abro los ojos y comienzo a ser consciente de la situación... sólo era un sueño. Pasan los minutos y la mirada sigue perdida en el techo, la expresión que dibujan las facciones de mi cara se antojan presuntuosas por momentos, una ligera sonrisa se dibuja en la comisura de los labios, una media sonrisa inconfundible, delatadora, un vago intento de seguir recordando cada momento de ese contacto extra terrenal que nos aportan en ocasiones los sueños... parecía tan real.

Tumbado sobre mi lecho, me giro en un amago de buscarte a tientas con mis manos, no te encuentro ¿dónde estás? el ahogo que me produce la sensación de palpar tu vacío se apodera de mis pulmones por instantes. Reflexiono y comprendo que lo más inteligente será no encender la luz, no encontrarme con la realidad, no sentir el escalofrío recorrer mi espalda en busca de un acomodo que jamás llegará. La luna en mi ventana sospecha que algo no va bien. Un breve sonido se agudiza en mi oído desde el otro lado de la habitación. Mis sentidos adquieren su máxima expresión, la luz de las farolas en la calle me permiten dibujar tu silueta semi desnuda al otro lado de la puerta. No te habías marchado, todo había sido producto de mi imaginación.

Te deslizas por las sabanas hasta alcanzarme y plasmarme un beso en la mejilla, te acurrucas en mi torso desnudo con el suave roce de tus pechos acariciándome la piel. Siempre estaré de acuerdo en que existen pocas cosas que me llamen tanto la atención como tu sencillez a la hora de hacer las cosas, como con un simple gesto eres capaz de domar a la fiera. Me despido de la luna cerrando la ventana, acomodándote en mi cuerpo hasta que quedas totalmente sumergida en tu propio silencio.

Mañana, desde luego, será otro día.

Dedicado a todos aquellos que tienden a idealizar a la gente, a mezclar sus sueños y pensamientos con la realidad. Que duro resulta el despertar, pero que dulce fue mientras duró...