Día 17 de Agosto del 2008, me encuentro justo a un mes de volver a la isla que durante dos años formó parte de mi vida, en la cual viví cortos periodos de tiempo a intervalos a lo largo de esos años ¿el motivo? mi padre se encontraba allí por motivos de trabajo y cuando no podía venir él, íbamos nosotros, sin embargo, confieso que estoy enamorado de aquella tierra, de aquel conjuntos de islas ancladas en mitad del mar mediterráneo, las cuales se encargan de sumergir a sus habitantes a su mística, única en todo el mundo. Hace aproximadamente unos ocho años que, afortunadamente, se terminó el ir y venir continuo, que aunque era placentero, alteraba el día a día en mi familia. Durante mi estancia allí pude comprobar que aquello es otro "mundo", lógico por otra parte para un niño de once años que nunca se había encontrado con la magnífica sensación de encontrarse rodeado de agua por los cuatro costados. Aún recuerdo la primera vez que viajé en avión y de como logré vislumbrar la isla casi en su totalidad antes de realizar el aterrizaje. Esta foto es la primera que realizé en el apartamento donde residíamos, la primera noche de nuestra llegada, en pleno mes de Abril, antes de acostarnos y de quedarnos maravillados con el aeropuerto de Palma.
Durante nuestra estancia en la isla, visitamos absolutamente todos y cada uno de los rincones con mi madre, y en alguna ocasión con mis abuelos, que aprovecharon para conocer las maravillas que les contábamos por teléfono. Recuerdo con especial cariño Cala Major, el puerto de Alcudia, Porto Cristo, Camp de Mar, Sa Calobra, El Arenal... en este último es donde estaremos Alejandro, Mario y un servidor, dispuestos a disfrutar de una de las mejores vacaciones de nuestra vida, antes de regresar a nuestra realidad diaria.
Sobre su gastronomía, espero poder degustarla con más conocimiento de causa esta vez, aunque es imposible no mencionar las famosas ensaimadas rellenas de cabello de ángel, de las cuales habrá que traerse unas cuantas para Madrid, con diferentes destinatarios. También espero visitar el parque acuático si nos es posible, aunque todo se andará con el paso de los días.
En conclusión, espero saborear mis futuras vacaciones con la intensidad que cada momento requiere, aunque haciendo un análisis de la personalidad de cada uno de nosotros, creo que vamos a enterarnos de poco, pues la noche es joven, y la playa un buen lugar donde recargar las energías. Nos queda muy poco ¡aprovechad vuestros últimos días como simples mortales!
17 de Septiembre, el día D
Hasta pronto
17 de Septiembre, el día D
Hasta pronto