
Los sentimientos, ¿qué son? me pregunto a menudo.. y sólo me puedo responder mirando en el interior de cada uno. Doy por hecho que existe una inmensa variedad de sentimientos, subordinados a el sentimiento en sí, como un todo, así como Sócrates distinguía en el mundo antiguo la virtud, dentro de los múltiples tipos de esta misma. Cuando se nace, los primeros sentimientos que empieza un bebé a experimentar son los que los propios padres le profesan, es por esto que pienso que este es el principal punto de partida a la hora de analizar la evolución de estos. A medida que crecemos, comenzamos a sentirlos con más sentido común, llegando a sentir cariño, ira, o rabia entre otras cosas. Hasta aquí, todo parece entendible si lo miramos desde el punto de vista siguiente: los sentimientos que adquirimos son aquellos que nos devuelve nuestro propio entorno.
A partir de una determinada madurez, comenzamos a no conformarnos con sentir estos sentimientos sin más, si no que entramos en el terreno de querer manejarlos y manipularlos como si esto fuese posible, llegando a la conclusión de que intentemos lo que intentemos, va a ser en vano. La verdad es que he escogido un tema bastante escabroso, con el que podría tirarme horas y horas relatando sin llegar a una conclusión exacta, por lo que sólo podría seguir divagando. Lo que si puedo decir, a través de la propia experiencia, es que una vez que se encuentra un sentimiento, si a este se le logra comprender, entender, y sobre todo aceptar, terminaremos por agarrarlo y no querremos soltarlo nunca. Dependerá de cada uno el nivel de importancia y compresión que le quiera dar a su sentimiento más importante. En mi caso, considero que lo he logrado. La fotografía lo dice todo, se trata del cuadro "Nosso Mar" (Nuestro Mar), de título portugués, en el cual expresa totalmente lo que quiero dar a entender. Dicen que los cuadros a cada uno le inspiran distintas cosas. A mí este me inspira la unión perfecta entre dos personas.
El próximo día, más.